Parte I. EXPERTIZAR vs TASAR
La mayoría de la gente que se pregunta cuánto vale una pieza antigua no se encuentra en el canal adecuado. ¿Cómo puede averiguar su valor? ¿En qué se basa uno para asignarle un valor económico a una obra de arte o antigüedad? ¿Dónde y a quién recurrir?
Cuando la persona ha comprado directamente la pieza puede tener una idea de su valor (aunque hay que atender a la situación actual del mercado y los cambios que se hayan producido desde que se compró la obra) pero… ¿Qué pasa cuando la pieza ha sido regalada, se ha heredado o ha estado «toda la vida» en una casa familiar? No tenemos más datos que lo que nos ha contado nuestro amigo o familiar y hemos perdido toda documentación… ¿Será auténtica?
- Lo primero es que hay que diferenciar de manera clara entre: TASAR Y EXPERTIZAR/AUTENTIFICAR.
En los procesos de valoración de una obra de arte lo más complicado es probar que una obra es realmente del autor que se le atribuye, ya que el «valor de mercado» dependerá en gran medida. Una expertización no implica una tasación pero, sin embargo, en una tasación (si bien no se presenta un expertizaje propiamente dicho) es necesaria una catalogación (determinar autor, escuela, estilo, fecha de ejecución…) para poder llevarla a cabo.
En el caso de piezas de un valor no muy alto puede ser suficiente con una catalogación, pero cuando se trata de piezas de artistas de renombre con cierta problemática en su atribución (póngase como ejemplo Picasso, Miró o Dalí) es necesario que se adjunte un certificado de autenticidad emitido por el organismo competente, bien sea la familia del artista, el máximo experto reconocido de la pintura del artista o (en el caso de que exista) su fundación.
Existen en el mundo del arte, en los museos, universidades o particulares reconocidos que realizan esta función, partiendo de sus conocimientos específicos sobre un artista, obras concretas, técnica o tipología en general. Su opinión vendrá expresada a través de «informes de expertización». Normalmente (en la mayoría de los casos) el expertizaje de este tipo de piezas conlleva un desembolso económico que dependerá del experto/familia/fundación. El pago se realiza por el estudio de la pieza, pero no implica que el resultado sea positivo.
Entonces… ¿Un tasador valora la obra de arte y a la vez la expertiza, afirmando su autenticidad? Tenemos que dejar claros algunos conceptos:
-Un experto realiza un expertización pero no una valoración o tasación (al menos no de manera implícita).
-Un tasador determina el precio/valor de una obra en base a una expertización que le viene dada o asumiendo la autoría (que no se cuestiona).
En este caso hay algunas premisas a tener en cuenta por el tasador que nos hablan de la autenticidad de la pieza como en antigüedades con rasgos característicos evidentes, inclusión de la obra en un catálogo razonado, inclusión de la obra en una exposición de renombre, documentación de la pieza (factura de compra, etc), adquisición de la obra en casas de subastas, galerías de prestigio… y así mismo, podrá consultar a expertos que considere necesario.
Hay que tener en cuenta que por las manos del tasador pasan un gran número de piezas que debe de estudiar y catalogar y la experiencia es un grado en muchos casos para poder identificar una pieza. Pero es que, además, en nuestro caso, ya tenemos una red de expertos en distintas materias (arqueólogos, expertos en libros, expertos en pintura gallega, en pintura antigua, etc) a los que recurrimos en caso de tener dudas sobre una pieza en concreto. En estos casos se consultará con el experto concreto en la pieza en cuestión y, en caso de que su opinión conlleve un desembolso económico, se le indicará al propietario de la pieza para que tome la decisión.
Además, el tasador puede encargarse de tramitar con el experto correspondiente un informe de expertización detallado, ya que puede ser un proceso muy complicado y que se puede demorar en el tiempo si no se trata entre profesionales.