Los calados para elaboración del vino

Un calado es una cueva con una elevada humedad y temperatura constante que se usa en el proceso de elaboración del vino para criar y envejecer los caldos.

En este caso visitamos las bodegas Montecillo, pertenecientes a la D.O Rioja, situadas en Fuenmayor (La Rioja). Estas bodegas, que pertenecen en la actualidad a Osborne, son las terceras más antiguas de toda la Rioja, su año de fundación se remonta a finales del siglo XIX  y en su calado podemos encontrar botellas que han visto pasar varios siglos, desde que fueron dejadas en su «cementerio» allá por el 1874.

Pero lo más impactante y a la vez íntimo de esta bodega es quizá su calado. Una cueva a la que se accede por unas estrechas escaleras y que enseguida nos muestra el porqué de sus adecuadas condiciones para la crianza del vino.

Se desciende para llegar al lugar unos 14/15 metros desde la superficie y el aumento de humedad es evidente desde el segundo tramo de escaleras, así como el descenso de temperatura, unos 13º constantes durante todo el año.

Una de las salas más inesperadas e impresionantes es el denominado cementerio, en el cual se depositan botellas de cada una de las añadas y se conservan durante siglos.

Como curiosidad histórica relacionada con los calados, los logroñeses resistieron el envite de las tropas formadas por franceses y navarros, comandadas por André de Foix, Señor de Lesparre, allá por el año 1512. Los logroñeses lograron resistir a los 30.000 soldados por 17 días. Fue entonces cuando 4.000 soldados castellanos comandados por el Duque de Nájera llegaron y repelieron a los invasores un 11 de junio del citado año. Cuenta la leyenda que se acuartelaron en los calados de las bodegas de Logroño y se alimentaron de peces pescados en el Ebro.Esta victoria se conmemora cada año el día de San Bernabé, 11 de junio, día en el que la «Cofradía del Pez» obsequia, previo pago, con el tradicional «Pez, pan y vino» en honor a la resistencia de la ciudad.