Las guerras napoleónicas provocaron que los diseños ingleses ya no estuvieran tan influenciados por las tendencias francesas que continuaron dominado Europa. Los diseños serán pesados e impresionantes, muchas veces con motivos decorativos resaltados en dorado, pintados o mediante incrustaciones de latón y la inclusión decorativa de distintos animales como cisnes o grifos, así como el gusto por los motivos egipcios tan característico que hará que aparezcan alusiones a flores y plantas características como la flor de loto.
El estilo Fernandino corresponde al reinado de Fernando VII (1814-1833). Cuando el estilo Imperio francés llega a España (más tarde que en otros lugares de Europa debido a la Guerra de la Independencia) el mobiliario sufrirá las convulsiones políticas por la influencia de esta fuerte corriente estilística. Se trata de un estilo suntuoso, de características neoclásicas pero algo más “tosco” que lo que podemos encontrar en piezas francesas, marcado por los dorados, bronces, platas torneadas o en forma de cabriolé y motivos sacados de la antigüedad clásica como cariátides, cabezas de león o palmas de los valles egipcios.
Tanto en los ejemplos ingleses como en los de estilo Fernandino se plantea el uso sistemático de la madera de caoba, decorada con distintas talladas dispuestas principalmente en cresta, brazos y rodillas. En las piezas de este estilo conviven de forma armónica formas onduladas como pueden ser el respaldo o las prominentes patas con la rectitud predominante del asiento y respaldo.
Son muy habituales los sofás, los juegos de tocador en madera con espejo para disponer encima de otro muebles, las cómodas y las consolas. Son piezas de gran belleza estética y formas elegantes realizadas con buenas maderas como caoba y, a veces, con formas vegetales o geométricas realizadas con limoncillo creando piezas muy decorativas.
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