Un arqueólogo francés retirado ha hecho uno de esos descubrimientos que a todo coleccionista le gustaría encontrar. En un mercadillo en la pequeña localidad francesa de Sarrebourg este hombre, del que no ha trascendido su identidad, encontró un grabado con 500 años de antigüedad que había sido obtenido por el comerciante en una vivienda del propio pueblo y lo adquirió por unos pocos euros. Tras ver el sello de la Staatsgalerie Art Museum en su reverso, el coleccionista decidió llevarlo, de manera anónima, de vuelta al museo en Stuttgart.
Fotografía AFP/Getty |
El grabado, sobre plancha de cobre, muestra una imagen de la virgen siendo coronada por un ángel y se le había perdido la pista tras la 2º Guerra Mundial, cuando fue envuelta en papel y escondida probablemente para salvarla del expolio, lo que facilitó su conservación.
El museo todavía no ha decidido el emplazamiento para exhibirlo al público, aunque pronto podrán disfrutar de él los visitantes de la Staatsgalerie.
Vía: www.theguardian.com