HABÍA UNA VEZ TRES HOMBRES SABIOS

HABÍA UNA VEZ…..

Cuenta la leyenda que había una vez, tres hombres sabios. Cada uno vivía muy lejos, en un país diferente del oriente. Estos tres hombres sabios no se conocían pero se iban a conocer. Iban a emprender un viaje para encontrar a un niño que cambiaría al mundo para siempre. En esa época, a los tres hombres sabios se les llamaba Magos. Sus nombres eran, Melchor, Baltasar y Gaspar. Estos hombres sabios también eran reyes. El nombre Melchor significa “rey de luz”. El era un rey de Persia, Gaspar un rey de la India, y Baltasar un rey de Arabia. Algunos creen que también eran sacerdotes. Cada uno era venerado en su país de origen. Se vestían con túnicas largas y cada uno llevaba una capa lujosamente adornada.

Cada uno de los reyes magos decidió hacer el viaje que lo llevaría al niño Jesús. No sabían el nombre del niño, pero sabían que iba a nacer muy pronto. Y sabían que tenían que estar allí. Así que, Melchor, Gaspar y Baltasar comenzaron su viaje, cada uno desde su propio hogar. Cada uno tenía un camello con algunas provisiones y un regalo para el niño, ya que no querían llegar con las manos vacías. En algún momento durante sus viajes, los reyes magos se encontraron. Tal vez se reunieron en el desierto cercano a los alrededores de alguna ciudad, en las colinas de Judea o afuera de las puertas de la ciudad de Jerusalén. Nos podemos imaginar la alegría que sintieron al conocerse.

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Adoración de los Reyes Magos. Códice de Roda, siglos X-XI, Folio 206 recto (Real Academia de la Historia, Madrid)

La Biblia nos dice que los Tres Reyes Magos vieron una estrella en el oriente. “Y la estrella que habían visto en el oriente, iba delante de ellos, hasta que llego y se paró sobre donde estaba el niño.Y al ver a la estrella, se regocijaron alegremente”. Los Reyes Magos llegaron al pequeño pueblo de Belén, con sus regalos para el niño Jesús. Los camellos pararon en frente de la posada, y se cayeron agotados sobre sus rodillas. Los Reyes Magos desmontaron, sacudieron el polvo de sus capas y entraron a la posada a preguntar sobre el niño que había nacido allí. El posadero los guió al establo, y los Tres Reyes Magos lo siguieron, hasta llegar a la puerta del pesebre. Al asomarse podían ver una luz que brillaba desde adentro.

Y así, el nacimiento de Jesucristo marca la primera Navidad. Las familias en todo el mundo celebran este día santo en honor a su nacimiento. Esta leyenda de múltiples significados y formas de representación que ha evolucionado a lo largo del tiempo hasta convertirse en uno de los temas iconográficos favoritos del arte cristiano. Aunque esta es la historia más conocida, hay muchas versiones diferentes.

EVOLUCIÓN DE LOS REYES MAGOS EN LA HISTORIA

Hay que tener en cuenta que los Reyes Magos no siempre vistieron de igual modo, ni fueron siempre tres, ni de diferentes edades y razas; ni siquiera se les consideró reyes hasta pasado mucho tiempo de su adoración al Niño. «Unos magos que venían del Oriente», dice San Mateo, el único de los cuatro evangelistas que menciona este suceso (San Lucas narrará la Adoración de los Pastores). Ni dice reyes, ni tres, ni siquiera menciona sus nombres.

«Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle». «avisados en sueños que no volvieran a ver a Herodes, se retiraron a su país por otro camino» (Mateo, 2, 1-12).

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Epifanía en el baptisterio de Pisa (1260), obra de Nicola Pisano

San Lucas narrará la Adoración de los Pastores. Los Magos astrólogos vieron una estrella que les guiaría hacia Belén pero, sin embargo, Lucas cuenta cómo a los pastores se les apareció un ángel. Se plantean, por tanto, dos maneras de manifestar el nacimiento: al pueblo: simple, de forma directa, y a los magos, por eruditos a través de la “estrella” o signo. Se plantea con ello que los pastores sólo vieron en el Niño al Mesías Salvador, mientras que los Magos supieron observar su verdadera naturaleza divina. Y por eso se arrodillan ante su imagen.

La simbología queda clara iconológicamente: Los Magos, con el tiempo reyes, se “humillan” ante el Niño: poder civil ante el religioso. La Virgen entrega y muestra al Niño al igual que la Iglesia se ofrece ante el poder político como su legitimadora. Al Niño se le otorga el título de Hijo de Dios, que no es otro que uno de los que tenían los emperadores romanos, pero también el del Mesías político que esperaban los judíos.

¿POR QUÉ 3?

Tras unos primeros siglos de confusión (las iglesias sirias y aramea intentaron imponer el número de doce y en algunas pinturas paleocristianas sólo aparecen dos), el papa León el Grande declaró oficialmente que los Magos eran tres. El tres era un número mucho más adecuado: tres personas hay en la Trinidad, tres eran los continentes conocidos y tres las razas que descendían de uno de los patriarcas del Antiguo Testamento, Noé.

¿TRES REYES IGUALES?

Adoración y sueño de los magos, Salterio Landsowne 420 (1/4 XIII), British Library, Londres

 Al principio, a los tres Magos se les representó como a iguales; es decir, la misma figura repetida tres veces, quizá en alusión a su capacidad mágica. En época romana se representaban como “las 3 edades del hombre”. Con el tiempo, a cada edad se le atribuyó una raza.

En uno de los libros del Antiguo Testamento (Salmo 72) se decía cómo los reyes de Tarsis y Arabia pagarían a Dios tributos y le traerían presentes. Esos reyes, desconocidos hasta entonces, tenían que ser los mismos que adoraron al Niño Jesús: a partir de esa relación de ideas, los tres Magos se convirtieron en los tres Reyes Magos y los gorros frigios con los que se les representaba, en coronas.

UN REY NEGRO

En ningún texto nos describe claramente el color de la piel de los magos aunque esto cambiará en el siglo XI cuando aparece el texto del Pseudo Beda. Una vez planteado el simbolismo del número 3 con las razas o los continentes de Europa, Asia y África, este hecho se desestabilizará a partir de 1492 con el descubrimiento de América. Otro continente y otra raza nueva hace cuestionar si la presencia de estos magos deberían ser cuatro o mantener el concepto actual.

Incluso el rey negro será transformado en alguna representación como un rey con vestimenta y rasgos de los indígenas de las Indias de Occidente. Es por tanto que será a partir de este siglo XV cuando se generalice la representación de un rey negro aunque sus orígenes aparecen a finales del siglo XIV.

Tríptico de la Epifanía. Hans Memling. Ha. 1470 (Museo del Prado, Madrid)

La “historia” de los 3 Reyes Magos se basa en datos recogidos en los evangelios apócrifos, así como las innumerables leyendas que luego se desarrollaron en tormo a las figuras, que sentarán las base de toda la construcción medieval acerca de la personalidad y características de los Reyes Mágicos.

FUENTES:

  • Helena López de Hierro ”Adoración de los Reyes Magos”Museo del Traje., 2007

  • Arte con H. Marga Fernández-Villaverde. La cara B del cuento de los reyes magos

  • l´Armari Obert. Representación medieval de los Reyes Magos.

  • Ariel Guiance. La Polémica Antijudía en la Castilla Bajomedieval: la historia de los Reyes Magos. Miscelánea. Revista Relaciones. Buenos Aires 1999.

 

¿QUIERES SABER MÁS?

  • BELTRÁN CLAUSEL, J.B.: La estrella de los magos: magia, astronomía e historia, Madrid, 1993.
  • CARDINI, F.: Los Reyes Magos: historia y leyenda, Barcelona, 2001.
  • HILDESHEIM. JUAN DE.: El libro de los Reyes Magos, Madrid, 2002.
  • REAU, L.: Iconografía en el arte cristiano, Tomo 1, vol 2: Iconografía de la Biblia.
  • Barcelona, 1996.
  • TREXLER, R.C.: Journey of the Magi, Meanings in History of a Christian Story. Princeton,1997.
  • VORÁGINE, JACOBUS DE: La leyenda dorada, Madrid, 1992.