Moldeado por núcleo:
Se hizo en tiempos muy antiguos en Mesopotamia, en la Grecia Antigua, en el Oeste de Asia y en el Mediterráneo. Se hacían pequeñas vasijas de cristal en torno a un núcleo central que se podía quitar más tarde. Este núcleo estaba hecho de estiércol de animal y arcilla y se moldeaba de la forma que se necesitaba para el interior de la vasija. Posteriormente se metía en el vidrio fundido en el horno. Se iba girando la varilla para que el revestimiento fuese por igual hasta que tenía el grosor que se necesitaba, más tarde se sacaba y se dejaba enfriar. La varilla que quebraba con un golpecito y el núcleo se quitaba rascándolo.
Vaciado con molde:
Fue un método empleado en la Edad de Bronce hasta los tiempos de Roma. Se utilizaba para piezas de joyería, objetos de mesa, incrustaciones y placas, insuflando el vidrio caliente en un molde abierto o usando dos moldes que encajasen. Se podía insuflar el vidrio caliente en el hueco que quedaba entre el molde interior y el exterior o bien se rellenaba el hueco con polvo de vidrio y después se metían en el horno los moldes para la consecución de la pieza.
Vidrio soplado:
Se empezó a usar hacia los años 75-50 a.C. en el Imperio Romano y se extendió hasta el resto del mundo, tuvo tal difusión que aún se sigue utilizando en la actualidad. Se va girando la caña de soplar dentro de un horno para coger una cantidad uniforme de vidrio fundido. Una vez sacado del horno, el vidrio se retira hacia la superficie metálica o pétrea conocida como mármol, haciéndolo girar, para hacerlo cilíndrico antes de soplar la burbuja para formar el cuerpo de la vasija.
Una vez soplado y trabajado para conseguir la forma y el tamaño deseados, se aplica a la base una varilla llamada pontil, y se retira la caña de soplar. Se seguirá trabajando, girando el pontil, para hacer la abertura. Una vez terminado, se rompe el pontil con un golpecito en la base, dejando la característica marca del “adminículo”. Esta señal se podrá quitar lijando y puliendo la zona, pero hacia 1880 se sustituyó este pontil por una caña que no deja marca en la pieza.
Vidrio moldeado:
Se desarrolla desde la antigüedad y se vuelve a hacer en los siglos XVIII y XIX. Se insuflaba en los moldes del vidrio fundido, que tomaba la forma y el dibujo de los moldes de dentro y de fuera. Después de enfriarse, se le quitan los moldes y la pieza ya se considera terminada.
Prensado en molde:
Esta técnica se usó por primera vez en América en la década de 1820 y se extendió por Europa en la década siguiente. Era una técnica mecánica muy innovadora, que consistía en verter el vidrio fundido en un molde de latón o de hierro y apretarlo contra los lados con una especie de émbolo de metal. El molde daba la forma exterior al vidrio y el émbolo la interior. En los primitivos vidrios prensados americanos la decoración se hacía sobre un fondo de motas punteadas para disimular cualquier imperfección y adoptó el nombre de “vidrio de encaje”.