Las criselefantinas, delicadas esculturas en miniatura

COMIENZOS DE las Criselefantinas

Criselefantinas es el nombre que se le da unas delicadas esculturas en miniatura que nacieron a finales del s.XIX. Con dicha expresión se definía hasta finales del siglo XIX la técnica que empleaba a la vez el marfil y el oro en una pieza artística. Sin embargo, el concepto se amplió pasando a definir “cualquier objeto escultórico en el que se combinase el marfil (como material primordial) y otro material que varía entre la madera, el mármol o el bronce.»

criselefantinas

‘Pierrot’. Otto Hoffmann. Bronce, marfil y mármol. 33,2 cm C.1915

Hacia 1850, la industria del bronce sufrió una importante transformación gracias a la máquina ideada por Achille Collas  (1795–1859) , que permitiendo hacer reproducciones de piezas a escala reducida, dando un importante impulso fundamental a la escultura de pequeño formato. De esa manera se favoreció el crecimiento de la escultura de pequeño formato, que también resultó impulsada por la demanda de este tipo de figuras para la decoración de los hogares burgueses.

Este tipo de piezas empezaron a destacar en la segunda y tercera década del s.XX, ya que eran muy demandadas por las clases pudientes de las grandes capitales del mundo occidental. Fueron sufriendo pequeños cambios de estilo con el paso de los años, pero podemos establecer alrededor de 1916 cuando se plantea la división de los materiales: marfil para manos y rostro, bronce para el vestuario y mármol para los pedestales.

ART NOUVEAU Y ART DECÓ

Las piezas de este formato correspondientes al Art Nouveau tenían por frecuentes la representación de imágenes orientales y mitológicas, además de representaciones femeninas que mezclaban un mundo fantástico y otro real. Podemos mencionar a los pioneros en la investigación de las posibilidades del material y la técnica a artistas como Théodore Rivière (1857-1912), Ernest Barrias (1841-1905) o Jean-Léon Gérome (1824-1904).

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‘Bailarina de Tebas’. Claire J.R. Colinet. Bronce, marfil y mármol. 24 cm alt. C. 1930

Los ejemplos del Art Decó ilustran en estas pequeñas piezas la experiencia obtenida en la manufactura, debido a las mejoras en el procedimiento de elaboración y en las máquinas productoras. Se contaba con expertos talladores de marfil y otros artistas para dar forma a nuevos diseños. Tenían la visión de aprovechar al máximo la potencialidad de lo creativo, estético y material. Vemos en la temática de estas figurillas una exaltación de la mujer, donde se convierte en la gran protagonista de la escena cultural y social. Se trata de una mujer que lucha por su propia libertad alejada del título de “acompañante del hombre” y quiere encontrar una personalidad propia. A partir de este momento, el papel de la mujer en el devenir social cambia de forma irrefrenable. Aparecerán en estas piezas ejecutando movimientos liricos, alivianados y, sobre todo, muy elegantes.

En el Museo Casa Lis se encuentra expuesta una colección de 120 obras, que reúnen a los creadores más relevantes de los estilos Art Noveu y Art Decó.

Las criselefantinas de origen francés son conocidas por un latente hieratismo y una marcada sobriedad acompañada por un destacado detallismo de las formas.  Cobra mucha importancia la textura y el acabado con  bronces elaborados con técnicas próximas a la joyería y tratados como verdaderas joyas.

Destacan Colinet o Demetre Chiparus, con sus conocidas criselefantinas inspiradas en bailes de origen oriental con unas vestimentas muy trabajadas y decoradas.

Podemos ver claras diferencias entre las piezas francesas y las austríacas y alemanas que presentan una mano mucho más industrializada. Características tan importantes como el detallismo queda reducido y es sustituido por partes completamente lisas, quizás salpicadas por esmalte en obras destacadas de Jospeh Lorenzl, Otto Hoffman y Ferdinand Preiss.

Hay que tener en cuenta que en este tipo de piezas no existía una “escuela determinada” sobre el estilo o el método, si no  que eran los artistas que se lanzaban a la producción de estas piezas inspirándose en el moderno estilo Art Decó.

Sin embargo, la llegada de la segunda guerra mundial fue el gran dinamitador de estas tendencias. Debido a los conflictos producidos en las principales ciudades, se destruyeron la mayoría de los talleres importantes que se encargaban de la producción de estas estatuas, además de aniquilar el ambiente necesario para su creación, por lo que estas piezas dejaron de producirse.

Se trata de piezas de factura estética muy bella, muy cuidada y realizadas con materiales caros como si de una joya se tratase. Son, además, un símbolo de la lucha de la mujer por su independencia en una época marcada por el feminismo.

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Fuente

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www.meam.es

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Ímagenes: Óscar J. González Hernández

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