VENECIA: CIUDAD DEL ARTE (1º parte)

Venecia en el XVIII: centro artístico por excelencia y cuna de genios

Durante los primeros veinte años su actividad estará ligada a la ciudad de Venecia que, en estos primeros decenios del siglo XVIII, vuelve a recuperar su protagonismo como centro artístico:

Sus artistas trabajan en las más importantes cortes europeas, lo que favorece los intercambios con el extranjero. Este papel como centro de contacto a nivel internacional propicia la formación de círculos que recogen líneas de pensamiento y las cuestiones más candentes del momento. Por ejemplo, en el campo arquitectónico, coexisten los arquitectos que mantienen las directrices del siglo anterior, con otros grupos que presentan inquietudes prácticas y teóricas que ponen en duda tal vigencia y proponen su renovación, atacando, especialmente la decoración Rococó, a la que reprochan su gratuidad y exuberancia y su carácter de máscara al ocultar los elementos constructivos.
Por otro lado, Venecia se convierte en visita obligada del Gran Tour. Los artistas del centro y norte de Europa acudirán movidos por el interés que despierta el arte del Renacimiento (Tiziano, Tintoretto, Veronés), así como por el ambiente carnavalesco. Los carnavales serán, de hecho, el punto de partida en el auge de los grabados, como representación de esta particular atmósfera de la ciudad.

Aparecen grandes figuras como Giovanni Antonio Canal Canaletto (1697-1768) famoso por sus paisajes urbanos de Venecia dentro del género de la veduta y Giovanni Batttista Tiépolo (1696-1770) pintor y grabador a cuyos talleres estuvo ligado entre 1743-45 y donde se recogía la tradición veneciana pero incorporando nuevas formas de representación.

Novedades artísticas venecianas sorprendentes

La veduta: es un género pictórico muy típico del siglo XVIII desarrollado principalmente en la ciudad de Venecia. Representa vistas, generalmente urbanas, en perspectiva, llegando a veces a un estilo cartográfico donde se reproducen imágenes panorámicas de la ciudad describiendo minuciosamente los canales, palacios…además de gran número de personas en pequeño formato y concebidas como recuerdos que los viajeros demandaban para llevar con ellos a sus países de origen. Y del que como hemos dicho Canaletto fue uno de los mayores exponentes.

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Canaletto, Vista de la entrada del arsenal de Venecia (1732). Fuente: http://commons.wikipedia.org

El capriccio. Nace también en Venecia. Se trata de una fantasía arquitectónica como combinación de la vista topográfica y del mundo imaginario de la escenografía barroca. En ellos no aparecen monumentos reales. Su objetivo no es mostrar como testimonio las ruinas del pasado, sino representar todos los restos tal y como podrían ser vistos por los contemporáneos Como máximo exponente destacamos la figura de Marco Ricci. (1676 -1730).

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Marco Ricci, Capricho arquitectónico. Fuente: http://www.settemuse.it

Formación e interrelación entre artistas: un caldo de cultivo hacia la perfección

UN EJEMPLO CONCRETO: PIRANESI

En este ambiente artístico, que combina elementos ligados a la tradición con otros nacidos en la contemporaneidad, desarrolla el joven Piranesi su aprendizaje. Las veduta y los caprici conforman la mayor parte de su producción en estos primeros años.

Un aprendizaje que queda marcado desde el comienzo por su preferencia por la arquitectura. Y es que hay que tener en cuenta que en estas primeras décadas del siglo surge en la península itálica un fuerte interés por conocer sus primitivas civilizaciones, que se concreta en un deseo de explorar la cultura romana y sus precedentes a través de las excavaciones. En la zona del Véneto destaca la figura de Scipione Maffei, cuyos escritos reúnen reflexiones sobre estas arquitecturas sumados a los hallazgos arqueológicos que se estaban desvelando, y eran conocidos en los círculos en los que se movía el joven Piranesi.

Hijo de Angelo Piranesi, un cantero y maestro de obras veneciano y Laura Lucchesi, hermana de un notable arquitecto, recibe una esmerada y completa educación en el entorno familiar, en el que bien pronto empieza a demostrar unas innatas dotes artísticas y un fuerte carácter personal. Muy joven se inicia en el arte de la construcción con su padre aunque al poco tiempo es enviado junto con su tío materno, el arquitecto Matteo Lucchesi, que le adiestra, además de en el dibujo arquitectónico, en los conceptos básicos de la construcción y la ingeniería hidráulica. Su hermano mayor, Angelo, monje cartujo con una sólida formación, le enseña las letras latinas y le inculca el entusiasmo por la antigüedad mediante la lectura de obras clásicas.

Piranesi sigue su aprendizaje con Giovanni Antonio Sacalfarotto, un arquitecto veneciano un tanto antiacadémico, a la vez que completa su preparación con el grabador Carlo Zucchi, en cuyo estudio aprende la técnica del aguafuerte, mejora su conocimiento del dibujo en perspectiva aplicada a la escenografía – un complemento básico para la formación de cualquier arquitecto en un país donde el teatro y la ópera eran tan importantes – y conoce por vez primera el mundo de la edición.

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Ferdinando Galli Bibiena (1725). Fuente: http://www.unav.es/

Es posible que conociera también la obra de los hermanos Bibiena, en concreto de Ferdinando, del que habría adoptado la scena per angolo, que abandona el tradicional punto de vista central para organizar el espacio a través de ejes diagonales que aumentan sus proporciones y lo hacen más complejo. La scena per angolo contribuye en la obra de Piranesi a dilatar el espacio y la dimensión de las construcciones de Roma, remarcando la grandeza de las construcciones de la Antigüedad.

En 1740 Piranesi marcha a Roma en la comitiva del embajador veneciano ante la corte del nuevo Papa, Benedicto IV. Los restos de la Ciudad Eterna son el punto focal para los pintores y grabadores. Destaca, aquí, la figura de G.P. Pannini, artista romano que desarrolla un tipo de veduta en la que se ensamblan en composiciones imaginarias diversos monumentos antiguos y en la que se aprecian los valores arquitectónicos de las construcciones. Este tipo de veduta prenderá en Piranesi hacia el enfoque eminentemente arquitectónico de sus grabados: los edificios, de proporciones grandiosas, son los protagonistas. Durante su estancia en Roma trabaja brevemente con Giuseppe Vasi, el mejor grabador al aguafuerte y uno de los principales vedutistas de la ciudad.

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Giovanni Pannini, Vistas de la Roma moderna (1757). Fuente: http://www.metmuseum.org/art/collection

 

Fuentes

CALATRAVA ESCOBAR, J.A, Las Carceri de Giovani Battista Piranesi, Diputación Provincial de Granada, 1985.
LIZARRAGA ECHAIDE, J. M., “Cárceles, fantasías arquitectónicas y obras tempranas de Giambattista Piranesi. Estudio bibliográfico y catálogo”, Documentos de Trabajo UCM Biblioteca Histórica, nº21 (2011). Disponible en: https://biblioteca.ucm.es/foa/doc18677.pdf
PERONA SÁNCHEZ, J.J, La utopía antigua de Piranesi, Universidad de Murcia, 1996.
PIJOÁN. J, Summa Artis: Arte barroco en Francia, Italia y Alemania, Espasa Calpe, Madrid, 1957.
http://biblioteca.ucm.es/foa/49618.php
http://www.unav.es/ha/007-TEAT/barrocos-bibiena-familia.htm

UN ARTÍCULO DE IRENE PÉREZ MÉNDEZ