JEFF KOONS, HEREDERO DE LA BANALIDAD WARHOLIANA

Cualquier cosa se puede convertir en arte y dinero en manos del artista Jeff Koons (York, Pensilvania, 21 de enero de 1955), desde hacer el amor con su ex-mujer, la famosa actriz porno Cicciolina, hasta una colchoneta inflable con forma de langosta. Son muchos los que opinan que Koons es uno de los principales proveedores de una obra artística sin calidad, hueca, poco refinada, frívola, y a veces antiestética. Aún así, su obra de alguna manera gusta, y sobre todo, vende muy bien, convirtiéndose en uno de los artistas vivos más cotizados, al nivel de otros como Damien Hirts y el niño predilecto del Whitney Museum.

Jeff Koons

Jeff Koons junto a una de sus famosas obras simulando de globos

UN INICIO PENSADO PARA LA FAMA

Después de tantos años en la carrera del arte, todavía no se puede llegar a entender la obra y el reconocimiento de Koons si pasar antes por su matrimonio con Cicciolina, cuyos senos eran su principal seña de identidad. Nadie se extraño que en 1990 dos personas tan excéntricas como ellos decidieran casarse y formar un perfecto tándem publicitario.

Aprovechando el matrimonio, Jeff Koons decidió realizar una serie de fotografías con su mujer en diferentes posturas y situaciones, e incluso con explicitas escenas sexuales. La obra entera se llamó “Made in Heaven”, a quien le siguió un niño, un divorcio, y por poco una ruina y una condena de cárcel. Afortunadamente, le sirvió para lanzarse al estrellato universal. Algunos dirían, que Koons fue un parásito bebiendo de la teta del dinero. De hecho, valiéndose de su fama, fue el primer artista en contratar a alguien que se encargará de gestionar el marketing que giraba en torno a su imagen.

Jeff Koons

Una de las fotografías de la serie “Made in Heaven” donde el artista Jeff Koons 
aparecía manteniendo relaciones sexuales con su antigua esposa Cicciolina

REVIVIENDO UN MITO

Jeff Koons juega a ser Andy Warhol. Toma a la Mona Lisa o a los paisajes de Van Gogh y con solo estampar sus iniciales en ellos, consigue transformarlos en souvenirs de tienda de todo a un euro. Banaliza obras tan icónicas como las mencionadas, las trasmuta hasta obtener una pieza de colección que puede ascender a cifras superiores a los 2.000,00 euros. Evidentemente, y tal y como dice el propio artista, sus obras son “ate” y se venden a precio de oro porque el público las legitima y se siente atraído por ellas como si fuera polillas a una llama. En definitiva, una lógica auténticamente warholiana.

Jeff Koons

Jeff Koons junto a uno de los bolsos que hizo en colaboración con la marca Louis Vuitton.
Creó toda una serie de productos (bolsos, llaveros, monederos, bufandas, etc.) valorados entre los 500,00 y 4.000,00 dólares.

BIENVENIDOS AL MUNDO DE LA FRIVOLIDAD

Haciendo referencia a las madonas del siglo XVI, Jeff Koons creaba una escultura de porcelana de tamaño natural de Michael Jackson y su mascota simia. Contó con total apoyo del rey del pop, pero aún así a muchos les pareció una escultura al estilo Lladró realmente aterradora e innecesariamente “kitsch”.

Jeff Koons

Jeff Koons junto a la escultura de Michael Jackson

Por si fuera poco, llegó Lobster, una colchoneta de playa colgada boca abajo y realizada en aluminio policromado, con una polémica bajo las pinzas. Se expuso en el Palacio de Versalles en 2008, garantizándose la enemistad de un descendiente de Luis XIV, Charles-Emmanuel de Bourbon-Parme, que pidió a un juez que se retirara la “obra” por deshonrar a sus ancestros. Al final, el éxito del público hizo que la muestra se prolongara unas cuantas semanas más.

Jeff Koons

Lobster de Jeff Koons expuesta en el Palacio de Versalles
 

A pesar de sus detractores y las críticas, es cierto que la obra de Koons resulta, entre otras cosas, seductora y valiente. Aunque algunas de sus creaciones resulten frívolas, bobas, infantiles o directamente “feas”, como puede ser Play-Doh (una montaña de plastilina), siempre se corona con algún Puppy, como el del Guggenheim de Bilbao, o un Ballon Dog. Son obras de bonitos colores, visualmente muy atractivas y que resultan estéticas e icónicas, lo suficientemente capaces para atrapar al público como moscas.

Jeff Koons

Ballon dog de Jeff Koons

UN ARTISTA QUE GENERA DINERO

Después de que Ballon dog (orange) corona al artista como uno de los más cotizados con vida en subasta, Christie´s ofreció Ballon Monkey (orange) como uno de las ventas principales de su subasta. Este último trabajo fue una de las cinco versiones realizadas por Koons en azul, magenta, rojo, naranja y amarillo entre 2006 y 2013; como él decía quería representar la alegría de celebrar un cumpleaños. Su precio de salida estaba entre 15 y 25 millones de euros, pero logró alcanzar los 40 millones.

En mayo de 2014 una escultura de aluminio de Popeye salió a subasta en Sotheby´s de Nueva York. Se esperaba que alcanzase la cifra de los 20 millones de euros, una cifra bastante prudente en comparación con la anterior.

Jeff Koons

Popeye
Aluminio
198.1 x 131.4 x 72.4 cm
2009-2011

Para representar la fragilidad de un huevo de Pascua volvió a usar el aluminio para diseñar una gran obra de un huevo roto en colores igual de llamativos que sus perros de globo. Salió a la venta por 18 millones de euros en una subasta celebrada nuevamente por Christie´s de Londres. Finalmente superó su record sobrepasando los 40 millones.

PARA SABER MÁS…

http://www.axelventura.com/ideas/destruyendo-el-mito-del-buen-gusto

http://www.jeffkoons.com/

http://fueradeserie.expansion.com/2014/05/05/subastas/1399282620.html

UN ARTÍCULO DE JOSE CABRERA