Las imponentes cajas de caudales medievales eran sumamente importantes en plena época Imperial Española y deambulaban por medio mundo conocido (África, América, Asia y Europa) durante buena parte de los siglos XVI y XVII ya que se requería de mayor seguridad y, de ahí, a la existencia de cofres para transportar el dinero.
CAJAS VIAJERAS…
Junto a magníficas sedas de todas clases de Granada, espadas de Toledo; lino de Portugal; tejidos de Francia, escritorios finamente trabajados y espejos de Flandes sus dueños llevaban también en sus viajes los metales preciosos, que se transportaban siempre en las preciadas cajas de caudales.
UNA TIPOLOGÍA MUY ESPECIAL
Se presentaban en forma de cofres o cofrecillos, pero la parte más importante, la que hacía de aquellas cajas unas máquinas sofisticadas era la conocida pieza del sistema de cierre, verdadero protector de las riquezas que atesoraba en su interior.
Tenían cerraduras muy sofisticadas. El modelo de cerradura con guardas de época romana impedía el paso de toda llave que no fuera la correspondiente y siguió utilizándose hasta el siglo XVIII. Sin embargo, los avances de la industria de la forja a partir del siglo XIV permitieron piezas más precisas y complejas. En el siglo XVI se crearon modelos mucho más complicados con resortes, ballestas y pestillos que se articulaban en un engranaje muy complejo pero que accionado por una simple llave cerraba el mueble y protegía su contenido.
MATERIAL DURADERO
Se realizan habitualmente en hierro; un material perdurable que podía resistir mejor que la madera el deterioro producido por el paso del tiempo y las impredecibles agresiones humanas que en tantos años pueden acontecer (viajes, desembarcos, caídas..)
HABLEMOS DE PRECIOS
Hay que tener en cuenta que no son piezas fáciles de encontrar en el mercado actual. La mayoría se encuentran en museos como pieza estrella de la colección. Son piezas que, normalmente, han llegado en buen estado general de conservación por los materiales empleados, si bien su tamaño y, sobre todo, su peso hace que se complique su transporte de manera importante.
Ejemplos que encontramos pueden ir desde caja de caudales pequeñas con unos valores que oscilan entre los 200 y los 300€ hasta piezas importantes de venta en el mercado particular a 2.500-3.000€