JOAN PONÇ (1927, Barcelona, España – 1984, Saint-Paul-de-Vence, Francia)
EL MUNDO MISTERIOSO DE PONÇ
Nace en Barcelona en 1927 y estudia pintura con Ramon Rogent. Desde sus inicios, en los años cuarenta, desarrolla un simbolismo muy personal con un mundo fruto de visiones y seres imaginarios de gran impacto visual.
Destaca, sin duda, por impulsar a finales de los años cuarenta iniciativas vanguardistas, como la revista Algol en 1946, con Francesc Boadella, Joan Brossa, Jordi Mercader, Arnau Puig y Enric Tormo; y del grupo Dau al Set, junto con Joan Brossa, Modest Cuixart, Arnau Puig, Antoni Tàpies y Joan-Josep Tharrats, que en pleno franquismo promovía la vanguardia pictórica apostando por una dimensión mágica y mistérica de la realidad, siendo Joan Ponç una pieza clave del grupo.
Fue gran amigo de Dalí y Miró, quienes alabaron la fuerza de su surrealismo onírico. Colaboró con los poetas y escritores Josep Vicenç Foix, Joan Brossa, Luis Goytisolo y Joan Fuster.
Tras una larga estancia en Brasil (1953-1962) sufre problemas de visión que añaden sincretismo e intensidad a su mundo visionario e inquietante tan particular.
Su estilo atravesó distintos momentos creativos mostrando siempre una gran libertad creativa con un cierto primitivismo y de las llamadas «segundas vanguardias pictóricas». Vemos en sus obras un universo fascinante poblado de seres singulares, grotescos y diabólicos, torturados y premonitorios, que nos hacen explorar los ámbitos más oscuros del ser humano.
“Dau al set” 1947 Guache sobre papel
41 x 28 cm, 60 x 46,5 cm (marco original)
Con etiqueta trasera de galeria Dau al Set indicando que la obra pertenece a la exposicion: Miro-Ponc-Zush de mayo-junio 1982
DAU AL SET («Dado en el número siete» o «La séptima cara del dado’)
Dau al Set es un grupo artístico vanguardista español de Cataluña creado alrededor de la revista homónima en Barcelona, en septiembre de 1948. Su propio título traducido como «La séptima cara del dado» o “Dado en el número 7″ ya delata su carácter rupturista.
Sus miembros fundadores fueron el poeta Joan Brossa (que creó el nombre del grupo y la revista), el filósofo Arnau Puig y los pintores Joan Ponç (director de la revista), Antoni Tàpies, Modest Cuixart y Joan-Josep Tharrats (editor e impresor de la misma). Al poco tiempo se les unió el polígrafo Juan Eduardo Cirlot.
El grupo desempeñó un papel de gran importancia en la entrada de la vanguardia y prepararon el camino al informalismo en España. Los miembros del grupo tuvieron una trayectoria irregular, por lo que en 1954 acabó disolviéndose
REVISTA DAU AL SET
Adscrito en principio al movimiento surrealista hasta converger en un estilo propio, la revista que vehiculó el grupo comenzó a publicarse en septiembre de 1948 y dejó de publicarse en 1956.
Las tiradas eran muy cortas, entre cien y ciento cincuenta ejemplares, ya que se mantenía con las aportaciones de los miembros del grupo y algunos mecenas. En Septiembre de 1948 apareció el primer número de la revista tenía dos pliegos, ocho páginas solamente. Su contenido: un artículo de Arnald Puig, un dibujo de Antoni Tàpies, y dos sonetos y una prosa de Joan Brossa y como final una cenefa sin firmar estaba dibujada por Modest Cuixart.
Dau al Set fue una magnífica revista, fruto del esfuerzo de todo el grupo, más allá de la fama exclusiva de sus pintores.
“Dau al set” 1947 Guache sobre papel
42 x 28 cm, 60 x 47 cm (marco original)
Con etiqueta trasera de galeria Dau al Set indicando que la obra pertenece a la exposicion: Miro-Ponc-Zush de mayo-junio 1982
GALERÍA DAU AL SET
Dau al Set fue el primer grupo de vanguardia de la posguerra española; su importancia histórica fue por la recuperación de la actividad artística de nuestro país, interrumpida por la guerra civil española.
La Galería Dau al Set está considerada como uno de los grandes hitos del arte catalán. Instalada en el barcelonés Consell de Cent y bajo la dirección de Salvador Riera, este espacio acogió a algunos de los principales autores del tiempo en el que permaneció abierto. Entre esos nombres destacan, lógicamente, lo artistas que formaron parte del grupo de creadores que daba nombre a esta sala, especialmente Joan Ponç, pero también Modest Cuixart, Joan Brossa, Antoni Tàpies o Joan Josep Tharrats.
Dentro de la diversidad de estos artistas, muy jóvenes entonces, se aprecia un nexo de unión que radica en la expresión surrealista de sus obras: la asunción de lo disparatado como refugio de la libertad.
Muchas de las obras de esta galería conservan todavía en su bastidor la etiqueta de la galería.