‘Cap i pota’ significa literalmente: escultura con cabeza y pies
Se trata, a grandes rasgos de imágenes de madera tallada y policromada, en las que solo se tallan las partes visibles, es decir, la cabeza y las extremidades (manos y piernas). El cuerpo aparece levemente insinuado en la madera y sobre el armazón se coloca la vestidura propia de la imagen.
DIFERENCIAS SEGÚN REGIONES
Aunque la denominación se usa para todas estas tallas con la característica de no estar trabajadas en la parte que se esconde bajo la vestimenta, las esculturas de «Cap i Pota» catalanas son muy diferentes de las esculturas vestideras andaluzas o de otras regiones denominadas «de candelero» que sólo tienen busto y en la parte inferior listones de madera. Las catalanas, a diferencia de éstas, tienen el cuerpo desbastado y constan de pies tallados.
TRADICIÓN RELIGIOSA
Este tipo de tallas forman parte de la imaginería religiosa popular. Eran usadas fundamentalmente en casas particulares y oratorios privados como ritual de devoción, en el ámbito urbano y rural y son, en definitiva, un vivo recuerdo de la cultura y de las tradiciones que marcaron una época. En su mayoría corresponden al siglo XIX, si bien encontramos ejemplos anteriores.