Una casa abandonada y un proyecto de 8 años de duración es una genial idea de la artista canadiense Heather Benning. Una intervención que consistió en convertir dicha vivienda en una casa de muñecas (The DollHouse).
En 2005 la artista se hizo con una granja abandonada a finales de los años 60 en Sinclair, provincia de Manitoba (Canada). Durante 18 meses restauró el tejado con materiales reciclados y adecuó y amuebló la edificación con objetos de la misma época en la que fue abandonada. Después eliminó la fachada norte de la casa y la sustituyó por plexiglass.
En junio de 2007 la casa, ya reformada fue abierta al público y permaneció, cual una auténtica casa de muñecas, y permaneció así durante 6 años, tras los cuales fue incendiada como parte del proceso creativo. Las fotografías de este proyecto pueden visitarse en la galería «Telephone Booth Gallery» en la capital canadiense.