¿Cuándo aparece?
El paisajismo inglés aparece en Inglaterra entre los 1770 y 1780 como un nuevo concepto en la historia del arte, el concepto de lo “pintoresco”, en donde los artistas solían buscar lugares cargados de emoción en donde la naturaleza reflejase misterio. Surge así un nuevo estilo, que utilizando como herramienta principal la técnica de la acuarela, se transforma en marca de identidad inglesa. Los dos iconos que marcan tanto su comienzo como el final de esta fructífera etapa son Canaletto, con el que comienza a alcanzarse un nivel altísimo y Turner, artista cuya obra puede considerarse como el cierre definitivo de este período.
El método de la acuarela.
La técnica de estos primeros paisajistas era, en primer lugar, hacer el dibujo con una fina y precisa línea y después, utilizándola como base, se rellenaba con diferentes colores aportando luces y sombras sobre el lienzo. Debemos tener en cuenta que en este tipo de trabajos prima el color sobre el dibujo, quedando el contorno en un marcado segundo plano.
Pintores paisajistas ingleses del siglo XIX.
El siglo XIX fue esencialmente un siglo de pintores de paisajes, una revolucionaria perspectiva que, aunque comenzó en Inglaterra, terminó afectando a toda Europa. Esta revolución puede verse claramente reflejada en el trabajo de algunos artistas, que lejos de consistir simplemente en nuevos métodos técnicos, constituye un cambio de actitud hacia la naturaleza, lo que en esencia conocemos como romanticismo.
Conviene subrayar que los dos autores que mejor encarnaron este estilo fueron JMW Turner (1775 – 1851) y John Constable (1776 – 1837), dos artistas con estilos muy diferentes pero igual de rompedores. Entre ambos, consiguieron modificar el papel que el paisaje representaba en la pintura, convirtiéndolo en un tema merecedor de protagonizar un cuadro. Se dedicaron a renovar el concepto de paisaje prestando especial atención a los factores que cambiaban en la naturaleza, como la luz, la atmósfera, los colores… lo que les convirtió en precursores del impresionismo.
Posibles problemas a la hora de valorar un paisaje
Cuando nos encontramos con obras realizadas por pintores ingleses del siglo XIX debemos tener en cuenta que el estilo del paisaje se popularizó mucho tras los primeros exponentes de este estilo, lo que llevó a que durante el pasado siglo XX tener un cuadro de un típico paisaje británico en nuestro salón fuese algo de lo más común.
Además de las más que frecuentes copias de algunos de los reconocidos originales (fácilmente reconocibles) tenemos infinidad de pintores que no son demasiado populares fuera de su ámbito local, lo que puede suponer un problema a la hora de clasificar su legado, ya que aunque tengamos su nombre y trabajo, puede ser de suma dificultad encontrar referencias sobre el mismo.
Hablemos de precios…
Finalmente y en cuanto al precio, considerar que, al tratarse de una pintura, este puede variar enormemente dependiendo del tamaño, el estado de conservación de la misma, o de si sabemos quien fue el autor, o por el contrario, la autoría es anónima.
Si no sabemos quien fue el artista que produjo la obra, los precios bajan considerablemente en el mercado, encontrando cuadros desde los 70 hasta los 400 euros, aproximadamente. Si por el contrario, conocemos la autoría, la obra pasará a cotizarse teniendo como referencia, sobre todo, el prestigio del artista.