Desdela antigüedad es común que en la casa de un noble o palacio las paredes fuesen cubiertas con un tapiz, de manera que se imprimiese así a la casa en cuestión un aire de calidez y poderío económico a la vez, los cuales iban acomodando el estilo y diseño a los diferentes movimientos artísticos de la época. Los tapices han sido siempre expresión de lujo y magnificencia. A lo largo de la historia, sus privilegiados propietarios han buscado no sólo la representación del orgullo de su condición social sino también la de sus virtudes morales e inquietudes intelectuales.
Balclis
«Paisaje con aves»
tapiz francés de Felletin; primera mitad del siglo XVIII
Medidas: 277 x 414 cm
Febrero 2012
Precio de salida: 1.000€; Precio de remate: 1.600€
El más común es quizá el característico de colgadura de pared, de mayor o menor tamaño, tejido con lana y en el que solían aparecer escenas de todo tipo, entre las que destacaban los temas considerados clásicos, relacionados con la mitología y los temas religiosos.
Como tejido confeccionado a base de lana, hay que destacar que no presenta un bordado, aunque lo parezca, sino en un trabajo de entretejer la materia prima con la trama vista, para lo cual, y a partir de un boceto preestablecido, se usaban dos tipos fundamentales: telar de nudo alto y telar de nudo bajo.
Balclis
«Escena cortesana», tapiz francés de estilo Aubusson; Siglo XIX
Reparaciones y desperfectos
Medidas: 298 x 339 cm
Mayo 2014
Precio de salida: 400€; Precio de remate: 1.000€
El origen de los tapices mecánicos de remonta al telar creado por Joseph-Marie Jacquard (7 julio de 1752 – 7 agosto de 1834) a principios del siglo XIX. Revolucionó la manera de tejer los tapices, consiguiendo un proceso mucho más rápido y más fácil. Aunque ayudó a automatizar el proceso, la ayuda manual era indispensable.
Antes de su invención el proceso de tejer los tapices era laborioso y dependía de muchos profesionales con experiencia, pudiendo tardar años su proceso de realización. Se llegaría finalmente a una estandarización de la producción ampliando de esa manera el mercado y dejando por fin de ser un objeto de lujo.
El telar de Jacquard usa un proceso que utiliza tarjetas perforadas para controlar la secuencia de movimientos del tejido. De esa manera, permiten al tejedor crear muchas tapicerías con el modelo almacenado en la tarjeta.