EL ESPEJO
Objeto que, desde tiempos antiguos, decora paredes de habitaciones formando parte importante del conjunto de mobiliario, tratándose de algo más que un mero “complemento” en muchos casos.
OBJETO DONDE CONTEMPLARSE
En la Antigua Grecia el espejo estaba vinculado a la imagen femenina y en la mitología griega la diosa Afrodita (diosa de la belleza y el amor) siempre aparece representada con un “espejo”, que ya nos encamina hacia su utilidad.
LOS PRIMEROS ESPEJOS
Los primeros espejos de cristal como tal se fabricaron en Murano (Italia) a principios del s. XVI. Aparece el vidrio sobre lámina metálica, lo que abre un abanico importante a la tipología de esta pieza. Aquellos primeros espejos estaban realizados con un imponente marco de madera (tallada o bien enyesada para su posterior dorado). Posteriormente entran en juego los metales como añadido en los marcos e, incluso, llega el propio cristal como material base para la realización también del marco exterior.
SIGLO XVII
Los espejos se agrandan de sobremanera y destaca Venecia como mayor fabricante. Se colocan en puntos estratégicos para reflejar más La Luz y son símbolos de poderío y opulencia. Se decoran con marcadas formas vegetales o de rocalla, rematados en forma de cocha, putti u otros motivos.
SIGLO XVIII
En el siglo XVIII llega el abaratamiento del cristal por lo que se fabrican una gran cantidad de espejos decorativos que llenaban de luz gracias a su reflejo toda la estancia. Eran muy admirados y se ponían varios juntos.
ESPEJO EXCLUSIVO DE DORMITORIO
A finales del s. XVIII se crea un espejo destinado únicamente al dormitorio: ESPEJO DE CABALLETE. Se apoya sobre cuatro soportes en cuatro patas y sirven para poder mirarse mientras uno se vestía. Era muy habitual que a los lados lleven apliques de velas generalmente ajustables para poder ver mejor cuando La Luz natural no lo permitía.
OTRAS TIPOLOGÍAS
Existían también unos espejos con una tipología propia para poner entre ventanas, acompañados en muchas ocasiones por mesas consola pero también espejos para poner encima de las repisas de las chimeneas. Encontramos distintas formas de espejo de dormitorio como los de tocador a veces formados por 3 espejos para tener una mayor visión lateral. Así mismo, se plantean, además pequeños espejos de mano que permiten su movilidad.
No será hasta el siglo XX cuando el espejo pase a las demás estancias además de dormitorio y salón y se ubique también en el baño con la utilidad que tienen hoy en día.