Captura de pantalla 2024-11-21 a las 11.52.43

MÁQUINA DE ESCRIBIR UNDERWOOD Nº 5

La CASA UNDERWOOD fue fundada en 1874. Se trataba de una empresa eminentemente familiar que se encargaba de la producción de papel carbón y cintas de máquina de escribir. En 1895 propuso a la “Remington Company” renovar el contrato de suministro de cintas que tenía con ella, pero la empresa le comentó que ya no necesitaba las cintas, puesto que se iba a encargar de producirlas en sus instalaciones.
Tras este rechazo, Underwood compró los derechos de una máquina nueva desarrollada por el inmigrante alemán Frank X. Wagner y se lanzó a la fabricación de máquinas de escribir, patentando la primera máquina de escribir Underwood en 1896.
Los modelos de Underwood N º 1 y N º 2 se realizaron ya en los años 1896-1900 pero con claras reminiscencias a su pasado, ya que en la parte trasera llevaban impreso «Wagner Typerwrite y Co».
La máquina de escribir Underwood más exitosa fue sin duda el modelo N º 5. Este modelo fue tan popular que en los años 1901-1931 se llegaron a fabricar cuatro millones máquinas de escribir, antes de que dejase de fabricarse, debido a que ya existían en el mercado otro tipo de modelos igual de funcionales.
La Underwood nº5 era utilizada de manera asidua por periodistas, administrativos y todo buen oficinista. Las máquinas de escribir que existían por entonces imprimían a partir de tipos individuales,  mientras que la Underwood adoptó el formato de barra de tipos, consiguiendo así una escritura mucho más rápida. Además, el hecho de que con ella se podía ver lo que se escribía, gracias a su mecanismo denominado “golpe frontal”, era muy diferente al que tenían el resto de máquinas de “golpe inferior” que al imprimir en la superficie de impresión era necesario y muy engorroso, levantar el carro para ver lo escrito.
La Underwood optaría por el teclado “Querty” o “Universal” de máquinas anteriores con disposición para 84 caracteres distribuidos en cuatro filas paralelas de teclas y una sola tecla para cambiar a mayúsculas, algo que sin duda facilitaba la mecanografía al tacto y daba por ello una rapidez mayor en la escritura.
En el año 1959 la marca Olivetti compra participaciones de la marca Underwood, llegando finalmente a su fusión en 1963.