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UNA PIEDRA MUY ESPECIAL: LA ESMERALDA

El nombre «ESMERALDA» proviene del griego pero, probablemente, su origen es persa o indio antiguo.
El término significa «piedra verde». En la antigüedad se denominó así no sólo a la esmeralda, sino también a otras gemas de ese mismo color, seguramente a todas las gemas verdes conocidas.
Su característico verde es tan incomparable, que este color tan propio se denomina «verde esmeralda».
Normalmente, en la clasificación de piedras preciosas coloreadas, el color consiste con mucha diferencia el criterio más importante. Sin embargo, en la clasificación de la esmeralda, el cristal se considera un segundo. Ambas son condiciones necesarias.
Una ESMERALDA FINA debe poseer no sólo una tonalidad verde pura, sino también un alto nivel de transparencia para considerarse una gema superior.
Las esmeraldas presentan tonalidades que van de verde amarillento al verde azulado. La tonalidad primaria debe, por supuesto, ser verde. Solamente las gemas que son medias a la oscuridad en tono se consideran «esmeralda».
Las gemas entonadas son conocidas por el nombre de la especie, berilo verde. La tonalidad de una ESMERALDA ha ser brillante (viva). La cualidad de transparencia sólo la encontramos en las calidades más finas, pero es característico que esté frecuentemente enturbiada por alguna inclusión.
TRATAMIENTOS
La mayoría de las esmeraldas se engrasan como parte del proceso lapidario para mejorar su claridad. El aceite de cedro, teniendo un índice de refracción similar, es de uso frecuente en esta práctica generalmente aceptada. Otros líquidos, incluyendo los aceites y los polímeros sintéticos con índices refractivos sobre de la esmeralda, también se utilizan.
El uso del aceite es tradicional y aceptado en gran parte por el comercio.
Otros tratamientos, por ejemplo el uso del aceite verde-teñido, no son aceptables en el comercio.
YACIMIENTOS
Los yacimientos más importantes se encuentran en Colombia, pero sólo un tercio de las esmeraldas encontradas merecen ser talladas; las mejores calidades son raras.
En Brasil hay varios yacimientos en Bahía, además en Goias y Minas Gerais. Las piedras son más claras que las de Colombia. También se explotan yacimientos en Rhodesia y en Sandawana donde los cristales son pequeños pero de buena calidad.
La extracción de esmeraldas se remonta a más de 3.000 años atrás, en la época del Imperio del Antiguo Egipto. El «fuego verde» resultaba tan fascinante que los conquistadores españoles llevaron a cabo una campaña sangrienta con el fin de descubrir la localización de las minas de esmeralda en América del Sur. En 1557, la campaña finalmente concluyó con el descubrimiento de las espectaculares minas de Muzo y Chivor en la actual Colombia.
Las ESMERALDAS COLOMBIANAS son conocidas por su color verde intenso, mientras que las ESMERALDAS DE BRASIL son famosas por su variedad de colores, desde verde clarito a un bonito verde medio oscuro.
Es muy raro encontrar esmeraldas de buena calidad que tengan un tamaño superior a un quilate, ya que las esmeraldas grandes algunas veces contienen inclusiones perceptibles a simple vista, conocidas como «jardín» o «hierba».
LAS ESMERALDAS SINTÉTICAS
Hay que diferenciar las esmeraldas naturales de las esmeraldas sintéticas. El primer crecimiento de esmeraldas en condiciones de laboratorio lo hizo Ebelmen en 1848 cuando disolvió polvo de esmeralda natural en ácida bórico y consiguió recristalizar pequeñas placas hexagonales de esmeralda. En 1888 Hautefeuille y Perrey, ya logró verdaderas esmeraldas sintéticas usando disolventes como el molibadto de litio, Li2Mo2O7. En 14 días trabajando a 800ºC, obtuvo pequeños cristales de 1 mm de esmeralda sintética; también descubrió que a mayor temperatura se forma la fenaquita, un silicato de berilio.
Se ha ido avanzando para su mejora y su mayor parecido a la verdadera ESMERALDA desarrollando una encarnizada carrera entre países.
La esmeralda ha sido a lo largo de la historia una de las gemas más deseadas por las mujeres. La han lucido las más representativas damas de la realeza, así como actrices y cantantes de renombre.
Una joya con una o varias esmeraldas sin duda destacará sobre las demás y te hará sentir especial, eso sí, los precios que pueden alcanzar estas gemas no son aptos para todos los públicos.