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UN OBJETO ALGO ESPECIAL: Tenacillas de viaje para rizado de barba y bigote

El mundo de la peluquería y barbería se desarrolló, sobre todo en el siglo XIX, de manera amplia, con multitud de utensilios para el corte y diseño del pelo. Los hombres, a mediados del s. XIX tenían el cabello más o menos largo, y se pusieron de moda los bigotes, los grandes mostachos, las patillas y las barbas en punta. En la segunda mitad estaba de moda estilos de cabello más cortos, pero las barbas, y especialmente los mostachos, siguieron usándose. Los caballeros usaban distintos tipos de ceras y aceites para mantener sus mostachos en forma, incluso armazones que se ponían durante la noche para conservar la forma del bigote.

Hay que tener en cuenta que muchos de esos objetos propios de peluquería como navajas, peines u otros objetos como el presente tenían el mango de marfil hasta finales del s. XIX que empiezan a elaborarse con plástico.

Es habitual encontrar en esta tipología en distintos países con el mango tanto en marfil como en hueso o en madera. Muchas veces son nombrados como “rizador de pelo” o “rizador de mostacho/bigote” y encontramos ejemplos recogidos en museos de todo el mundo. Este tipo de piezas eran muy habituales en el s. XVIII y XIX y había una gran cantidad, con una funcionalidad destacada. En la actualidad, al haber perdido el uso no se hacen piezas nuevas y, por el coste y mano de obra que supondría hacer imitaciones no son piezas que se suelan reproducir.

Este objeto es mucho más común de lo que pueda parecer y encontramos en el mercado de manera más o menos habitual modelos sencillos y con el mango en madera a precios bastante económicos. Es una pieza que, en su momento fue utilitaria que, actualmente, es únicamente decorativa, si bien podemos ver que existe en el mercado un coleccionismo más o menos arraigado de este tipo de objetos.

BIBLIOGRAFÍA

BURACK, Benjamin. (1984) Ivory and Its uses. Charles E. Tuttle Company, Inc. Japan. 

ISBN 0-8048 1443-X, pág. 160. 

WEBGRAFÍA