Llama la atención en la isla de Gozo, en la república maltesa, una colina con una imagen que se nos hace realmente familiar y al acercarnos a la zona de Marsalforn y la bahía de Qbajjar descubrimos que se trata de una reproducción a menor escala del Cristo Redentor sito en Río de Janeiro, y no sólo eso, sino que está situado mirando hacia su homóloga brasileña.
Tal-salvatur |
Pero esta colina, en la que se haya la estatua, tiene una larga historia y muchas leyendas encaramadas a sus laderas. En su libro «Malta Illustratta» Giovanni Francesco Abela dice que algunos habitantes de la isla creen que es un volcán apagado ya que la tradición oral habla de columnas de humo negro que salían de lo alto de la colina, a pesar de que los geólogos apuntan a la imposibilidad de esa tesis.
Otra historia más extendida habla de un castigo divino que Dios impuso a los habitantes de la isla, envolvió la isla en total oscuridad durante tres días y de esta colina surgió un rayo («merzuq» en maltés) que acabó con las tinieblas, a partir de este instante la colina se llamaría Il-merzuq.
Ya en 1904, la estatua del Redentor, fue emplazada en la cima de Il-merzuq y desde entonces el lugar es conocido popularmente como Tas-Salvatur en honor a la efigie, aunque la que podemos observar hoy no es la original, tuvo que ser sustituida en los años 60 y más adelante de nuevo por una de hormigón que es la que perdura actualmente.